Quiero pensar que llega a lo más alto quien está mejor preparado… «¿Crees que contratarían antes a un hombre, o a ti?«, me preguntan.
−Ajá… periodistas… pues no sé… Dependiendo del medio, del tipo de trabajo o sección… pero no podemos generalizar siempre ¿no?. Mi deseo sería que contrataran al que esté más cualificado para el puesto y mejor se adapte al perfil requerido, independientemente de su sexo. ¿Es eso una utopía?
¿Realmente existe también la desigualdad dentro del periodismo? Pues no… No especialmente en esta profesión. Es el mundo el que ha creado a lo largo de su historia la polarización hombre/mujer, y obviamente se ven aún las consecuencias. Cada uno cumple su «función» según esas posturas tan antagónicas: la mujer, más sensible a ciertos temas; el hombre, más “agresivo”, o decidido, o como quiera llamarse.
En televisión queda patente ese invento nuevo de la «discriminación positiva». La imagen… tan importante en esta sociedad que hemos creado y que, en ocasiones, provoca que haya grandes profesionales en la sombra por algo tan superficial como que una cara, o un cuerpo bonito, venden.
Y todo lo contrario. Hombres y mujeres −y, seamos sinceros, más de estas que de aquellos− cuya profesionalidad puede no responder al rigor o la calidad periodística, sino a una apariencia mucho más agradable para el público.
Por ejemplo, ¿esta nueva moda de incluir, todo medio que se precie, a una presentadora o reportera, en su espacio de deportes? ¿No es eso acaso discriminación positiva? ¿No será que, aunque sea innegable su preparación, los medios no las escogen por ésta sino por dar una nota quizás de modernidad, apertura, etc. etc. etc. o… tal vez simplemente por captar audiencia con una «chica mona» en el equipo?
Y por otro lado, ¿por qué es necesario llegar a esto?:
¿Por qué sólo contra las mujeres? A primera vista, éste es también un cartel discriminatorio, ¿no?
Les invito a descubrir su por qué visitando el enlace al INFORME DIAGNÓSTICO. Violencia contra mujeres periodistas en México. 2010-2011
Resignémonos. Lo cierto es que parece que sigue habiendo una mayoría de firmas masculinas, pero… poco a poco, ¿no?
Cada uno en su sitio, y que gane el mejor (…o la mejor).
Empresa informativa 
Aún en pleno siglo XXI la cuestión igualdad está algo desmedida, en eso estamos todos de acuerdo, tanto del lado femenino como del masculino, pienso que nos estamos «meando fuera del tiesto» al respecto.
Por mucho que nos vendan un tema tan bonito como la incorporación de la mujer en el ámbito laboral como un avance más a esa igualdad, no deja mas que evidencias del uso y disfrute de la mujer en determinados medios como un bonito objeto de márketin para unos buenos índices de audiencia, de ventas o de vete a saber.
Personalmente, el informe de México no es de extrañar dada la naturaleza «patriarcal»»machista»»misógina» y demás adjetivos calificativos tirando a negativos. Se trata de uno de los países con índices de violencia machista (en todas sus formas) y asesinatos indiscriminados contra las mujeres (sírvase de ejemplo Ciudad Juárez) más altos.
El tiempo nos ayuda a evolucionar en pro a la igualdad entre personas (ancianos, homosexuales, mujeres, infantes…) así que, en pro a la profesionalidad, seguro que llegan los cambios necesarios para dar la misma posibilidad a cualquier persona que esté cualificada para la labor. Un día alguien se dará cuenta que es preferible una buena noticia que unas buenas tetas (entre otras cosas).
Me gusta tu manera de enfocar y abarcar temas que muestran lo insulsa y superficial que se está volviendo nuestra sociedad…Enhorabuena.
Dos son los temas que colijo de tu artículo:
– El primero relativo a si se elige a quien más vale. La respuesta inmediata es un «NO» categórico. Precisamente en la eXpaña de la mediocridad, si a algo se le teme es a la inteligencia y la valía. Cualquier chupatintas que haya alcanzado un puesto por el amiguismo o en pago de su clientelismo, lo que no está dispuesto es tener cerca a otro que le ponga en evidencia. Y así estamos, que cuanto más inútil se sea, más alto se llega. Te invito a circunspectar y a observar. No hace falta ser un druida para verlo.
– La segunda cuestión que obtengo de tu artículo va dirigida a la denominada «discriminación positiva», entendiendo por tal aquélla que va dirigida a compensar la discriminación padecida con anterioridad por una persona o grupo. Pues bien, positiva o negativa toda discriminación es en sí misma un trauma social y personal.
Que es secular en las sociedades las postergación de la mujer, sí. Cualquiera que se asome a la historia de la humanidad, podrá ver que, salvo puntuales sociedades matriarcales, la mujer ha tenido un papel secundario. Incluso el Antiguo Testamente está plagado de pasajes donde la mujer no tiene el mismo status que el hombre.
Que es cierto que sólo en la sociedad occidental se ha corregido o se está corrigiendo tal lacra, sí. Ni la sociedad oriental (con China a la cabeza e incluído el avanzado Japón), ni mucho menos las sociedades islamistas, ni las africanas, se han llegado a plantear siquiera que la mujer es un ser humano.
Que no todo el mundo occidental lleva la misma «marcha», también. No es comparable el nivel de igualdad de los países escándinavos o anglosajones, al que existe en la zona latina (hablo de Europa) y mucho menos en la eslava.
Pero hechas esas precisiones, y sin poner en duda que siguen existiendo supuestos aún de discriminación hacia la mujer, no es menos cierto que, al menos en el entorno geográfico-social en que me desenvuelvo la mujer es tratada con total igualdad al hombre.
Y finalmente, volviendo a la discriminación positiva, es radicalmente cierto que vivimos en un momento en el que es tal el «proteccionismo» o «compensación» que pretende hacerse, que se está volviendo –con el más vil silencio de las feministas– a la mujer objeto. Precisamente en el mundo del periodismo donde impera la imagen (estoy pensando en la televisión), se prima más a la mujer, pero no a la inteligente, sino a la agraciada por la naturaleza. Luego la discriminación positiva está resultando tan enfermiza que se está convirtiendo en perniciosa para la propia mujer. Pues, volviendo al principio de la reflexión, no es a quien más vale a quien se prima, sino a quien goza de más sugerentes sinuosidades. Y lo hacen precisamente aquéllos que luego abogan por la igualdad de la mujer y sus extrañas paridades participativas.
Un saludo cordial.
la igualdad sigue brillando por su ausencia a dia de hoy, no se como esta el tema en el ambito periodistico pero como bien explicas veo q anda parecido a cualquier otro tipo de trabajo y te aseguro q en todos los q he estado la mujer sigue por debajo, en dragados una geologa cobraba menos q un geologo desempeñando los mismo trabajos, asi q imaginate ,y si hablamos del ambito hostelero ni te cuento………por desgracia todavia queda mucho,gracias a dios yo he crecido al lado de una mujer,animo!!!!!!!!!
Esta chica me parece una narradora fantástica. Yo no tengo los conocimientos necesarios para hacer un comentario de texto de estos párrafos, pero en mi opinión, es de sentido común reconocer su valentía al tratar estos temas
La discriminación positiva, sigue siendo discriminación
La verdadera igualdad consiste en no hacer diferencias, ni positivas, ni negativas.
Muy buen artículo.Felicidades
La igualdad de género sigue siendo ciencia-ficción. Por mucho que digan que no, la triste realidad habla por sí sola.
Sigo con mi mano escayolada por lo que no podré escribir mucho.
Soy mujer y entrada en años (61 casi 62). La experiencia me hace reflexionar sobre lo vivido y visto y puedo decir que nuestra sociedad ha cambiado. Sí, ha cambiado y bastante. Antes íbamos a los centros escolares que normalmente estaban divididos por género. Costó mucho unificarlos y llevamos años recibiendo la misma educación chicos y chicas.
Hoy nuestro gobierno quiere primar a aquellos centros vuelvan a separar a los chicos de las chicas pero es una medida tan aberrante que espero no se consiga. Es otro tema para abordar…
Las estadísticas nos dicen que el acceso a estudios superiores superan las mujeres a los hombres adquiriendo una formación sólida en todos los campos. ¿Pero quién da el trabajo? Generalmente son hombres con una educación machista por un lado y temerosos de que la ocupación de los puestos de trabajo sea por mujeres en edad gestante, cosa que no podemos cambiar, es la mujer la que trae al mundo a los futuros ciudadanos.
vemos paso a paso o año tras años que las cosas cambian, lentamente, pero cambian.
Los permisos maternales aún deben mejorar pero son más amplios que hace unos cuantos años, los permisos de lactancia se contemplan incluso para los padres, etc.,
Hace falta recorrer mucho camino todavía para considerarnos un país donde la igualdad de género esté totalmente implantada pero no es momento de lamentaciones.
Debemos seguir caminando y luchando por conseguirlo. Recuerdo las manifestaciones de las feministas radicales de los años 70 y me parecían fuera de lugar por su atrevimiento. Hoy pienso que les debemos mucho ya que sus manifestaciones dieron un gran empuje hacia la igualdad.
La educación en el ámbito familiar es fundamental. Desgraciadamente, aún hay muchas mujeres que siguen diferenciando la educación de sus hijos de las de sus hijas… y la enseñanza en los centros también. Son siglos con un pensamiento machista marcado por las religiones y la cultura por lo que costará mucho crear una sociedad de igualdad. Ambos aspectos son fundamentales para que las sociedades cambien.
Y por qué no decirlo, la inmigración que hemos tenido en estos años en nuestro país nos ha traído comportamientos muy machistas, en general, cosa que no nos ha favorecido en el progreso hacia la igualdad de género, al contrario, han aumentado los casos de violencia de género, de prostitución, etc., el machismo puro y duro ha vuelto a darse…
Tendremos que ir poco a poco desterrando estas lacras y no desfallecer en el intento y mucho menos lamentarnos.
La cuestión es avanzar aunque sea poco a poco.
Son unas cuantas ideas que debería desarrollar más y mejor pero ahí las dejo para que sirvan de reflexión y que alguien si lo desea las amplíe o debata.
Tiene su miga esto de la discriminación positiva. De entrada, sin profundizar mucho, no suena mal que se intente corregir un comportamiento negativo y perjudicial para la sociedad, sobre todo para la parte que la sufre. El problema, como en casi todo, es saber hasta que momento es beneficiosa y cuando su aplicación es más por cumplir expedientes o cara al público, que por convición de que esa persona es la idónea para la función que haya de realizar. Pórque como bién todos decinos, si la máxima fuese la de la capacidad y preparación en todos los niveles, toda regulación sobre discriminación a la mujer o al hombre, por sexo, credo o ideología estaría de sobra. Pero claro, esto no deja de ser una «utopía».
Discriminación positiva… Me recuerda a lo de las cuotas, algo que me parece bastante estúpido. Por narices, un tanto por ciento de los puestos de poder tiene que estar en manos de mujeres. ¿Y si resulta que hay hombres que son más válidos que ellas? ¿No sería imponer la misma norma que ha impuesto el machismo durante tantos años? Si queremos igualdad, establezcamos una igualdad con mayúsculas, sin imponernos como en una especie de venganza por todos estos años. Es una especie de «quítate tú pa’ ponerme yo», que viene siendo lo mismo, pero al revés. Sabemos que cuesta, que aún queda camino por recorrer, pero no me parecen las formas. Prepararse, estudiar, asumir que somos distintos, pero pares. Así, sí.
Esto sobre todo perjudica a la mujer preparada y que tiene buen físico, siempre tendrá que demostrar su valía más que los demás.
O más allá:y detrás de la aparente discriminación positiva de la aparición de la chica estupenda en la sección de deportes, ¿no estamos otra vez vendiendo a la mujer únicamente como imagen atractiva? Esto no está realmente tan superado, me parece.
Estoy contigo. Yo no quiero ser una Carbonero, y creo solo q nos ha perjudicado
Creo que por desgracia,nunca,en ningún sector,eliminaremos la discriminación, sea del tipo que sea. Hombre-mujer, hombre-hombre, mujer- mujer. No suele buscarse la capacitación para el puesto, quizás,mas el sometimiento y la manipulación fácil, por no hablar de las «bellezas televisivas que no saben ni hablar, pero eso si, están …………..
He leído todos los comentarios y veo mucho pesimismo en este tema.
No estoy de acuerdo en que se diga que no hemos avanzado en nada. No es cierto. Ya os dije que soy una mujer mayor (ahora ya tengo los 62) y desde mi tierna infancia he vivenciado situaciones familiares que ni por asomo hubiera podido imaginar cuando era una niña. Desde ver como un hecho normal que el hombre vaya a hacer la compra a ver utilizar un ordenador por una mujer. Son dos ejemplos simples pero que nos dan una visión del cambio.
Tampoco estoy de acuerdo en que la persona válida no tenga éxito. Reconozco que es difícil y que las cosas han cambiado en estos últimos años mucho. Hoy ya no existe el concepto de estudia que el que tiene estudios accede al trabajo más y mejor. De ahí a afirmar que no sirve de nada la formación no es cierto. De acuerdo en que los padres «protejan» a sus hijos y les proporcionen los puestos más seguros aunque a la hora de la verdad se elige a quien vende mejor y más, a quien resuelve los problemas con más creatividad y eficacia, en definitiva al bueno al mejor preparado aunque en este país aún prime el chorizo, el listillo, el mamoneo, el enchufismo, el politiqueo y en definitiva la ignorancia que es muy atrevida…